En su última visita, mi mamá me trajo de regalo esta hermosa bandejita pintada por ella.
Tiene el tamaño justo para contener la taza del desayuno y aquello que la acompaña.
Por supuesto que la pintó color turquesa como a mí me gusta.
Pintó flores y utilizó un sello que imita escritura antigua. ¡La combinación quedó genial!
Mi mamá lleva adelante la cruzada "no al decoupage, sí a la pintura" y este lema es el que les inculca a sus alumnas del taller. Y la verdad es que me gustaría poder tomar unas clases con ella, pero estamos lejos!! Así que yo, y lo digo bajito porque es secreto, me dedico a pegar papel... shhhhh!!!
Y mientras intento aprender un poco a la distancia, disfruto de las hermosas cosas que ella pinta y tan orgullosa me siento que además, las doy a conocer.