¡Qué lindo es estar de vacaciones! Contar con el tiempo suficiente para poder dedicarme a hacer cosas diferentes sin temor de pensar que le estoy robando a las obligaciones y sin tener que correr para llegar a hacer todo.
Por ejemplo, puedo participar del Fin de Semana Frugal propuesto cada semana por Marcela y recorrer los blogs amigos, nutriéndome de este genial intercambio de ideas. Aquí vamos...
Ya es bien sabido que yo no tejo, ni coso, ni nada que se relacione con una aguja e hilo. Cada vez que tengo que coser un botón que se salió o un dobladillo que se descosió, con gran ceremonia despliego todo mi costurero y me dispongo como si fuera a hacer un vestido de novia, tal como hacía mi abuela modista. Pero ahí no más quedo, en la primera puntada se me enreda todo el hilo, tengo que cortar y volver a empezar...
También he intentado tejer... recuerdo una bufanda inconclusa que inicié en mi infancia y jamás terminé. Y otra bufanda, que tejí ya de grande, un ponchito y... ahí se acabó mi ciencia. No hay caso.
Jamás intenté tejer al crochet, partido perdido de antemano para mí... Me parece sencillamente imposible. Creo que en este tipo de manualidad, me juega un poco en contra el hecho de que soy zurda, entonces resulta difícil enseñarme, pero me parece que con voluntad de mi parte esto no hubiera sido un obstáculo. Entonces la verdad es que... las agujas no me atraen en absoluto.
Sin embargo, me encantan todas las cosas que se pueden hacer, como por ejemplo el trabajo que quiero mostrar hoy.
Con puchitos de lanas, de esos que siempre sobran y quedan dando vueltas por ahí (las que son tejedoras entenderán) se pueden "vestir" simples latas de conservas y transformarlas en bonitos lapiceros para el escritorio.
Por supuesto que no fui yo quien lo hizo, pero la autora (una gran seguidora de los findes frugales, sólo que sin blog) me autorizó a compartirlos.
Así que, cámara en mano (eso sí me sale un poco mejor), de pasada ordené el escritorio y saqué las fotos de estos lindos y fáciles lapiceros con funda tejida al crochet.
Una idea fácil de realizar -para quienes saben tejer- y si no, muy fácil de disfrutar para quienes no sabemos, pero valoramos todo lo que se puede hacer manualmente.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!